Soy una marmota.
Me gusta comer y dormir.
Dormir y comer.
Me gusta embarrarme la guata.
Y hacer el amor con la barriga al aire.
Soy una marmota.
Sueño con un mundo marmota
de dormilones asociados
sin VIPs ni cojudeces.
Solo almohadas en los paraderos y las autopistas.
Almohadas en los sex shops
y en las bodegas.
Un mercado negro de almohadas de todos los colores
vendidos a precios comodos,
Dos por uno.
Y que toda oficina burocratica que se respete
tenga un sillon amplio, en vez de sillas incomodas.
Y que uno pueda trabajar, correr, comer y hacer el amor
en una almohada del tamaño de la conciencia.
Una almohada que nos abarque a todos
y nos deje soñando.