Soy un omniparo sin sombrero.
Una idea que no tiene cabeza.
Una cabeza que no tiene pies ni ombligo.
Ando distraido como una marmota en nueva york, bangkok, o la cochinchina danzando con una estrella de broadway o cualquier mototaxista que se cruce.
Mi camisa tiene una lampara china que se enciende y se apaga como un farol sin letras.
Escribo un nombre y escribo otro.
Todo el abecedario entra en mi ombligo.
Y la escritura es mi pestaña permanente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario